UNA
LÁGRIMA.
Una lágrima es eso que humedece los ojos del mundo, y que el mundo se empeña en ocultar.
Una lágrima es eso que humedece los ojos del mundo, y que el mundo se empeña en ocultar.
Es
eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar
fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón comprimiéndolo
todo.
Es
tan profunda que nos sabemos con certeza de dónde nace, ni si podrá morir alguna vez.
A
veces una lágrima cicatriza una herida, lava una pena y ablanda el corazón.
Una
lágrima es un recuerdo, una angustia, una desesperación, una interrogante. Una
lágrima puede ser a veces el comienzo del perdón, la primera luz de la
rectificación, que hace estrechar una mano.
Una
lágrima puede ser rebeldía o arrepentimiento, odio, amor, luz o sombra.
Una
lágrima puede ser el zuño desvanecido que rozó nuestros parpados o el
amor perdido que aun esta dulce, húmedo.
Una lágrima es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro, cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda.
Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad la lágrima une, estrecha, funde.
Una lágrima es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro, cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda.
Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad la lágrima une, estrecha, funde.
La
lágrima transforma enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas
que van creciendo e impiden acercarse, abrazarse, comprenderse.
La lágrima descubre.
El que ignora los motivos por los que las derramas, no te conoce...!
¡Dichosos los que saben llorar!
El que ignora los motivos por los que las derramas, no te conoce...!
¡Dichosos los que saben llorar!
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