LO QUE A VECES NO ESPERAMOS
Ocurre que no siempre el
corazón entiende ciertos lenguajes que sin palabras pueden o son dichas, más cuando hemos pensado que hacemos
el bien y es lo contrario, tal vez uno en el
intento de hacer feliz, sólo nos convertimos en egoístas; pero de seguro
de una manera sana, queremos compartir cada detalle, cada pedazo de tiempo,
cada espacio en que el marco de las posibilidades lo permita, pero no nos
detenemos a pensar que si somos del todo agradable a la otra parte puede o no
gustarle y así llegan infinitas interrogantes y no encontramos la respuesta precisa porque tememos a que no sea
lo esperado. La materia humana hace sus reflexiones y en ellas se nota a veces
a grados incalculables un sentido de individualismo y nos refugiamos en
justificaciones a nuestra medida y manera para no entender que el esfuerzo o la
entrega que hemos hecho han llegado o tiene el fracaso que se ha convertido en
la verdad, nuestra verdad.
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